lunes, 7 de abril de 2014

Reflexión

Allá por el 2008 yo estaba preparando por primera vez una oposición para Secundaria, concretamente para las listas de Biología, era todo nuevo para mí, y me parecía que el interés y el trabajo no era suficiente, es lo que te da la experiencia, no la consigues sino es a través de sí misma. Por entonces, yo quería incluir alumnado con necesidades educativas no significativas claro, porque eso ya era bastante complejo para mí, así que decidí incluir en mi hipotético grupo clase, un alumno con TDAH. Hacía y proponía adaptaciones para él, en cuanto a la situación en el aula, la importancia de su agenda de clase, el estimularle y recompensarle con premios inmediatos que consistirían en palabras de ánimo, y de reconocimiento por su esfuerzo,...
Me parecía que aunque era un problema crónico, con mayor o menor grado de afectación, no era algo tan complejo, hoy mismo, me he dado cuenta, que es una patología neurobiológica que tiene detrás mucho más de lo que yo pensaba. Llevamos 7 días de curso, y ya me ha quedado claro, que sé muy poquito de este problema, y eso me gusta, porque quiere decir que aún me queda mucho por aprender.

Como dice la imagen del texto de la tarea del Bloque 1 "Prejuicios y etiquetas": Yes, you can, así que me lo aplico: Yes, I can.

Un saludo,








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